El momento perfecto para la formación de equipos es ahora: con sol y una suave brisa, nuestro equipo se embarcó en una aventura de dos días en playa El viaje estuvo repleto de desafíos, risas y momentos emotivos. ¡Revivamos lo mejor!
Espíritu de equipo encendido
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Se formaron seis equipos, que confeccionaron banderas y gritaron consignas animadas. La energía era electrizante: ¡la unidad surgió al instante!
Diversión y concentración
Después del almuerzo, un divertido "baile de meneo" despertó a todos, marcando el tono para los alucinantes desafíos que estaban por venir.
Juegos con propósito
Un juego de asociación de cartas reforzó nuestros valores fundamentales, mientras que el épico "Tambor de cien personas" mostró el poder de la sincronización: el caos convertido en triunfo rítmico.
Energía imparable
La lluvia intentó arruinar nuestra barbacoa en la playa, pero la convertimos en un festín cantado y ardiente. Dentro, las sorpresas continuaron: ovaciones para los compañeros de cumpleaños y un brindis audaz del jefe sellaron la noche.
Más fuertes juntos
A medida que la marea retrocedía, también lo hacían las dudas: lo que quedaba era un equipo forjado en la diversión, la confianza y los ecos de
¡Juntos brillamos más!